Finalmente, con injustificable premura, el Concejo Deliberante de La Plata aprobó el nuevo Código de Ordenamiento Urbano para la ciudad, el cuarto cambio en tan sólo 25 años.
Dividido en dos instancias, tuvo un primer tramo virtuoso -caracterizado por un extenso proceso diagnóstico seguido del debate participativo-, donde se trataron las urbanizaciones irregulares y un reordenamiento de la periferia con límites a la expansión de la mancha urbana y acciones controladoras del riesgo hídrico.
Por el contrario la segunda instancia, focalizada en definiciones para el Casco Urbano y los sub centros, es el producto de la decisión unívoca de los equipos técnicos municipales, sin opinión de los actores de la actividad.
Mal podría considerarse una instancia participativa y un insulto a la inteligencia de la ciudadanía, su fugaz paso por el COUT -Consejo Único de Ordenamiento Territorial-, donde sin tiempo ni documentación técnica suficiente para el análisis profundo, las instituciones integrantes ofrecieron reflexiones aisladas y de carácter absolutamente preliminar, sin posibilidad material de formalizar un dictamen único.
En ese marco, más allá de algún detalle menor que pueda haberse cambiado del proyecto original del Municipio a instancias de esas reflexiones, desde el CAPBAUNO debemos dejar en claro que NO AVALAMOS EL NI EL PROCESO NI EL RESULTADO FINAL de esta experiencia.
Ahora infelizmente, el Nuevo Código es un hecho consumado, refrendado por mayoría por el Concejo Deliberante -con la sola oposición de la Concejal Belén Muñoz (LLA)- y de poco sirve especular sobre lo que “podría haber sido”.
Será responsabilidad de sus autores, los efectos positivos o negativos de su aplicación en la actividad constructiva y los desarrollos urbanísticos.
Queda esperar el paso por los organismos provinciales, para su convalidación y su puesta en vigencia una vez concluido dicho proceso.
Como institución, continuaremos con el análisis del articulado, profundizando en sus definiciones e identificando sus inconsistencias para que se realicen las eventuales correcciones, de modo de ofrecer a nuestros matriculados la información necesaria para el desarrollo de su actividad en el Partido.
En ese sentido, seguiremos reclamando para que se respeten las actuaciones profesionales, en lo concerniente a la continuidad, validez y finalización de los trámites administrativos iniciados bajo la Ordenanza 10.703/10, procurando evitar los conflictos habituales frente a cada cambio normativo que la historia reciente evidenció.
