Sobre la construcción de un cerco perimetral en torno al Teatro Argentino
La ciudad es la construcción cultural y física de la sociedad y su espacio público es donde se manifiestan en plenitud y libertad la civilidad y los anhelos de todos sus habitantes.
El teatro Argentino de La Plata, el Segundo más Importante de la Republica Argentina, es un edificio que resuelve con eficacia y armonía sus demandas espaciales, estructurales y funcionales, interpretando desde el diseño su compleja situación de emplazamiento en el eje fundacional e histórico de la Ciudad de La Plata y expresando claramente una voluntad de “hacer ciudad” con la incorporación de nuevos niveles de uso cotidiano.
Concebido por prestigiosos profesionales platenses ganadores de un concurso nacional de anteproyectos, se propone a partir de la resolución de un programa arquitectónico complejo, la integración con la ciudad que lo cobija a través de sus espacios públicos de asociación, siendo la plaza pública emplazada por debajo del Gran Teatro “el corazón” de la idea arquitectónica y un aspecto muy especialmente ponderado por el jurado del concurso. (*)
Este corazón necesita para su explotación plena la acción de ser alimentado con actividades culturales y sociales, que le den vida y justifiquen el esfuerzo que hace el edificio de perforarse y elevarse para dejar atravesarse por la ciudad.
Sin embargo, la falta de interés, la desidia o simplemente la ignorancia, provocaron que este espacio público fuera paulatinamente degradado y abandonado, dejando de ser un lugar de civilidad y encuentro para convertirse en un residuo de la ciudad. Lamentablemente el paso siguiente fue su completa desnaturalización, primero a partir de su ocupación “temporaria” (**) por oficinas gubernamentales, y finalmente con la propuesta de ENREJAR EL EDIFICIO ANTE LA NECESIDAD DE PROTEGERLO CONTRA EL VANDALISMO.
Así se hace patente una triste secuencia de grandes fracasos: el fracaso por un lado de los diferentes estamentos gubernamentales, los cuales no supieron explotar el potencial de sus espacios exteriores para que fueran valorados por la ciudadanía, trasladándose las responsabilidades concretas de mantenimiento en medio de la indefinición jurisdiccional; el fracaso por otro lado de la Seguridad pública, que no puede controlar y proteger un espacio significativo en pleno centro de la ciudad; y nuestro propio fracaso como ciudadanos y especialistas del espacio, en no poder concientizar y revertir la situación.
En esta circunstancia llama poderosamente la atención, que justamente el organismo provincial que tutela nuestras edificaciones emblemáticas, no solo no manifiesta resistencia, sino que es participe de este avasallamiento sobre un patrimonio arquitectónico contemporáneo.
Una vez más, como en tantos otros edificios públicos se ha elegido el camino más corto y menos comprometido, aunque en este caso particular y por las características de la propuesta arquitectónica, se manifiesta con mayor dramatismo.
Existen sin duda otras alternativas a considerar y es a entender de esta Institución, obligación de nuestros gobernantes concebirlas y motorizarlas, porque la pérdida de un espacio público no solo es una pérdida de la ciudad sino también una pérdida de la sociedad toda.
CONSEJO DIRECTIVO CAPBA Distrito 1
(*) Extracto de la crítica del Jurado: “ El nivel del terreno se recupera casi en su totalidad para configurar una plaza pública de excelente conformación y fácil recorrido, que se incorpora en forma franca al espacio urbano, unifica perceptivamente los diferentes accesos y desde la cual, por desplazamientos cortos y directos, se llega a los diferentes elementos públicos acertadamente zonificados. Cuatro patios bien dimensionados proporcionan iluminación, ventilación y accesibilidad a los niveles bajo terreno, al mismo tiempo que generosas terrazas escalonadas a diferentes alturas permiten participar, con amplias visuales, del espacio exterior. Con tales elementos se obtiene una consistente integración urbanística del edificio con su entorno, que configura un ponderable acierto del proyecto”
(**) En Mayo de 2012, ante acciones iniciadas por el CAPBA ante la Defensoría del Pueblo cuestionando la decisión de construir equipamiento de oficinas en la Plaza seca del Teatro por afectar el patrimonio urbanístico y arquitectónico de la ciudad, se suscribió un ACTA DE COMPROMISO conjuntamente con el Instituto Cultural de la Pcia. De Bs. As y la Administración General del Teatro Argentino, para el mantenimiento del espacio en cuestión apto para el uso público, a la fecha incumplido.
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