Arquitectura bioclimática para nuestra región
El DISEÑO BIOCLIMATICO enfoca la problemática de la SUSTENTABILIDAD con un accionar integrador de distintas variables, tal como la optimización de las orientaciones, el control solar pasivo o el aprovechamiento de las ventilaciones naturales.
Desde el punto de vista de las zonificaciones bioclimáticas, nuestra Región se encuadra en clima templado-cálido, caracterizado por temperaturas medias entre los 8º y los 12º en invierno y veranos relativamente calurosos, con medias que oscilan entre los 20º y los 26º.
Por tanto, en términos generales, los inviernos son relativamente benignos y los veranos no muy calurosos.
Estas condiciones determinan algunas pautas de diseño deseables en términos de asoleamiento, tal como el aprovechamiento en su recorrido de la orientación norte como la más óptima, la reducción de superficie vidriada hacia el sur o la protección contra la incómoda exposición en la cara Oeste, tanto con aleros, pérgolas o bien vegetación de hoja caduca que impida el paso del Sol en verano pero lo permita en invierno.
Además de ello, es indispensable pensar en una buena aislación de la envolvente, tanto en techos como en muros, con parámetros de diseño recomendados por las normas IRAM.
En ella se evaluara el riesgo de condensación -tanto superficial como intersticial- evitando los “puentes térmicos” (zona puntual o lineal de la envolvente en la que se transmite más fácilmente el calor que en las zonas aledañas, debido a una variación de la resistencia térmica de los materiales).
Complementariamente, se podrán utilizar estrategias de ventilación cruzada de los ambientes, para su refrescamiento en verano, a través del posicionamiento de aberturas enfrentadas y de accionamiento selectivo.
Si de aberturas se habla, deberán contar con doble vidriado hermético (D.V.H.) y elementos fijos o accionables de control solar (protección), con un adecuado diseño que garantice tanto la ganancia de iluminación como de ventilación, en función del sistema de apertura elegido. Por citar un ejemplo, una ventana de hojas corredizas, tendrá un 100% de respuesta en cuanto a iluminación, pero solo un 50% en términos de renovación de aire.
Estas soluciones arquitectónicas “pasivas”, se utilizaran para mejorar el confort térmico de la vivienda, mitigando el uso de climatización mecánica y bajando el consumo energético. Las mismas colaboran con el concepto de “inercia térmica” -para dar respuesta a las amplitudes de temperatura-, almacenando el calor durante el día y liberándolo paulatinamente durante la noche en invierno y en contrario, disipándolo en verano
Los tiempos que corren demandan una nueva conciencia sustentable, con mayor eficiencia en nuestras construcciones, y elección de materiales, no solo por la protección del ambiente y legado futuro sino también por el peso que las tarifas de los servicios tienen en la economía doméstica.
Para mejorar sus recursos edilicios, existentes o a edificar, recurra a una planificación consensuada con un profesional, proyectando sobre la calidad térmica y la reducción de consumo para así amortizar su inversión en poco tiempo.
Para un diseño eficiente, no dude en llamar a un arquitecto.
Comisión de Sustentabilidad CAPBAUNO